“La Paz es un acto que se construye muy despacito”
La frase es de Gloria Abarca, doctora en Estudios Internacionales de la Paz, y Yessica Martínez Soto, doctora en Educación, la utiliza para recordar que los contextos pacíficos no se crean de manera espontánea, sino que requieren un proceso continuo. En México se viven condiciones de violencia causadas por las disputas de territorio por parte del narcotráfico, esos conflictos requieren acciones de distintos sectores sociales y gubernamentales, y hay otros relacionados con la convivencia cotidiana que las personas podemos cambiar de manera más directa. La doctora Martínez recuerda que “si creamos violencias, también podemos crear paces”.
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Estamos muy acostumbrados a la violencia. Algunos actos incluso los normalizamos como forma de convivencia diaria. Los espacios pacíficos requieren de la contención y atención a la violencia, pero también, de manera fundamental, es necesaria la prevención y la provención.
Desde la infancia podemos crear habilidades socioemocionales para relacionarnos pacíficamente en todos nuestros ámbitos de convivencia. Éstas “constituyen la capacidad para poder autorregular las emociones y adaptarlas a los distintos contextos de interacción humana”. Para lograr la autorregulación son necesarios el autoconocimiento y la autoaceptación.
Foto tomada de ayuda en acción org.
En las escuelas se refleja las formas de convivencia social de las infancias y juventudes. Por este motivo, se ha incorporado en la Ley General de Educación la obligación de las instituciones de fomentar la cultura de paz dentro de las escuelas para que fuera de ellas también se vea reflejada en la convivencia familiar y social.
Fortalecer nuestras habilidades socioemocionales, requiere, en primera instancia, reconocer que como seres humamos todas las personas tenemos emociones y no existen LAS exclusivas de las mujeres y otras de los hombres. Los estereotipos de la masculinidad han determinado la forma en que los hombres reaccionamos ante los conflictos, normalmente lo hacemos con violencia, para imponer nuestra voluntad y ser validados como verdaderos hombres. Esto provoca que la violencia aumente y se vea reflejada en estadísticas como ésta: “la principal causa de muerte en hombres jóvenes son las agresiones físicas”. La doctora Martínez señala que tenemos mejores opciones para lidiar con los conflictos, por ejemplo, el diálogo y el sentido del humor, porque escuchar nos permite comprender y los estímulos humorísticos nos ayudan a descargar el enojo y propiciar el entendimiento mutuo.
Ve la conferencia “El desarrollo de habilidades socioemocionales como herramienta de provención para la construcción de una cultura de paz”, realizada por la Coordinación de Gestión Educativa para una Cultura de Paz, de la Universidad Autónoma de Querétaro. Febrero, 2024.
Liga:https://www.facebook.com/CulturadePaz.UAQ/videos/408097561853464
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