Las heridas sociales no son raspones que se atienden con “curitas”
La metáfora surgió en un intercambio de experiencias México Cuba y textualmente fue así: “las heridas sociales no pueden atenderse con medidas de contención, como si se tratara de curitas que cubren un raspón”. Los integrantes de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM) dialogaron en el Colegio de México sobre el proyecto que han diseñado durante varios años para trabajar directamente con la comunidad desde todas las áreas posibles: rural, legal, salud, sensibilización, prevención y atención. Así lo explica Yonnier Angulo, Master en estudios de género e integrante de la RIAM.
Escucha el programa completo:
Ragamorfa es un género musical urbano creado en Cuba, mezcla de música cubana y ritmos del Reggaeton. Lo que caracteriza a este género son las letras violentas que hombres y mujeres escuchan y normalizan desde edades tempranas; a este movimiento se agregan los durakos, jóvenes que manifiestan su gusto y admiración por la socialización de códigos violentos a través de la música.
El país empieza en la comunidad, asegura Julio Cesar Gonzáles Pagés, precursor de los estudios de masculinidades en Cuba y Dr. en Ciencias Históricas. Él dice que cuando la academia de aleja de la comunidad, las investigaciones y trabajos no tienen mucho valor, ya que en vez de nombrar y atender la realidad, la idealizan.
La música, y Cuba es un claro ejemplo de ello, no es origen de violencia, pero sí la refleja; y el acceso a internet tiene beneficios más allá de las banalidades, las conductas tóxicas y lo que se conoce en Cuba como el “Chancleteo”: acciones que desacreditan a otras persona sin sustento.
“Propiciar espacios en los que las convivencias sean más justas y respetuosas”, eso es el diálogo y, por lo que nos ha dicho el Dr. González, este diálogo no se está dando en Cuba por diversas causas. Los jóvenes cubanos tienen acceso libre a la Internet desde el 2018 y las ventajas y desventajas que conlleva esta Red ya pueden percibirse: la banalidad de la información que buscan los jóvenes usuarios alimenta la normalización de la violencia. Este es el caso de los Durakos. Ante esta situación emergente en Cuba los integrantes de la RIAM reconocen que su trabajo no puede hacerse desde el escritorio, es necesario salir y “vibrar” a la comunidad, hablar con ella, trabajar con ella y entender que muchos de los malestares sociales son parte de la construcción social y cultural que le dan identidad a quien los reproduce. Se trata pues de un compromiso con la sociedad, devolver el conocimiento en acciones concretas que permitan retomar la construcción de convivencias más sanas y justas con las nuevas generaciones.
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Masculinidades, salud y violencia de género: Experiencias desde México y Cuba realizado en el Colegio de México en junio de 2019