Hasta la ternura siempre
Se buscan cómplices valientes, dice Guitte Hartog mientras cuenta por qué empezó a interesarse en temáticas de masculinidad. Su cabello chino, rebelde como ella misma, resalta en la pantalla, está contenta de saber que después de tantos años el tema ha avanzado y hoy está presente con más fuerza que nunca. Ella confiesa que estaba esperando a su primer hijo y se dio cuenta de que no existía un instructivo para criarlo fuera de los contextos machistas y patriarcales que abundan en la vida cotidiana, de esta forma su trabajo se desarrolló y descubrió que sus inquietudes entorno a las masculinidades eran también las inquietudes de otras mujeres feministas… lo íntimo es político, dice esta investigadora.
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Cuando su primer hijo nació, su trabajo ya había tomado vuelo, el estudio de masculinidades implica construir una vida más sana, dice Hartog mientras muestra algunos de los dibujos que ha recolectado durante todos los años que ha trabajado estos temas, con el tiempo se generó un red, encontró cómplices “valientes” como ella les llama, porque defender la ternura es cosa seria.
Guitte en Canadá coincidió en diálogo con Deysi Cheynes, Deysi es otra feminista que también trabaja temas de masculinidades, pero ella desde el Salvador; su experiencia ha sido muy distinta porque el reto partió del empoderamiento de las mujeres, sí, empoderamiento… una vez que Daysi y su equipo trabajaron con la comunidad femenina se desataron episodios de violencia de género con mayor frecuencia, eso las dirigió al trabajo con hombres y la necesidad de generar alianzas.
Todo es relacional, Deysi explica que el trabajo con la comunidad masculina se dio de forma casi natural porque en el camino recorrido para fortalecer a las mujeres se preguntaron ¿qué pasa con los hombres? de esta forma avanzaron en la búsqueda de la transformación social, pero confiesa que la pandemia les ha traído nuevos retos en el trabajo con perspectiva de género.
Repensar nuestra sociedad a partir de sentirnos y vernos juntos y juntas. Las alianzas son fundamentales cuando se busca construir procesos de paz, coincidieron Guitte y Daysi, porque los estudios de género, el trabajo con hombres y mujeres no son una competencia, son la preocupación genuina por construir procesos de transformación social. Ambas feministas coinciden en que en estos tiempos de pandemia hacer comunidad es necesario, es indispensable para vivir y sobrevivir los cambios acelerados que enfrentamos todos los días… ante esta realidad la petición de Guitte suena fuerte y claro “se buscan cómplices valientes” se quiere trabajar “hasta la ternura siempre”.
Escucha la mesa temática ”La importancia del trabajo con hombres: una mirada feminista” realizada durante el Simposio Global MenEngage Ubuntu 2020, visita el Facebook de MenEngage América Latina: @MenEngageLAC
