“En tiempos de violencia hay que reeducar la mirada y la palabra”, esto les dice constantemente Ángelo Baños a los hombres con quienes se encuentra en talleres sobre masculinidad. Dejar de ser violentos y de fomentar la violencia es la postura ética que Ángelo y Daniel Ramírez quieren transmitir a los varones.
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El cambio puede empezar en nuestra casa y nuestro entorno.
Nuevas masculinidades, masculinidades positivas, masculinidades alternativas… todos los días Daniel Ramírez Campos se encuentra con términos que proponen maneras de vivir la masculinidad, diferentes a la tradicional. Él es especialista en modelos de atención para hombres que ejercen violencia familiar, por eso para Ramírez es importante hacer énfasis en la no-violencia como opción para relacionarse. Con él coincide Ángelo Baños Terrazas, director de investigación en el Instituto Nacional de Desarrollo Social de México, Baños está convencido: la no-violencia requiere “ejercicio permanente de vida”.
La reflexión sobre nuestras relaciones debe estar presente en nuestra convivencia de pareja, familiar, en la escuela, el trabajo, Daniel Ramírez dice que incluso, en la calle y el transporte público. Esa reflexión nos permitirá no tener la necesidad constante de responder a los mandatos de masculinidad, comprender que el modelo hegemónico es “irreal y contradictorio”.
Foto tomada de dioariofemenino.com.ar
“En tiempos de violencia hay que reeducar la mirada y la palabra”, esto les dice constantemente Ángelo Baños a los hombres con quienes se encuentra en talleres sobre masculinidad. Dejar de ser violentos y de fomentar la violencia es la postura ética que Ángelo quiere transmitir a los varones.
“Aprender a quitarnos de la violencia”. En entornos violentos como en los que nos desarrollamos en las grandes ciudades es necesario evitar caer en situaciones violentas por querer demostrar nuestra hombría. No es necesario hacernos los justicieros en la calle, mejor trabajemos sobre las relaciones con nuestros seres queridos en nuestra casa.
Foto de eme.cl
“Algunos fines de semana me junto con un grupo de amigos a platicar y beber algunas cervezas, después de varias ellos comienzan a platicar de mujeres, sexo… y a mi no me gusta como se expresan. Luego me entero que al día siguiente violentaron a sus esposas, ¿crees que debería seguir juntándome con ellos?”
La anécdota se la platicó un hombre de unos 40 años a Daniel Ramírez, la pregunta suena ingenua, pero demuestra el peso que sienten muchos varones por responder a los mandatos de masculinidad, sobre todo cuando se convive entre ellos; sin embargo, hoy es evidente que se pueden modificar esas ideas violentas sobre cómo debe ser un hombre. La propuesta de Daniel y de Ángelo es que más allá de pensar en una deconstrucción, trabajemos sobre cómo concebimos nuestra vulnerabilidad, cómo nos relacionamos con nuestras emociones y reflexionemos por qué queremos tener el control y el poder. Ellos nos invitan a no preocuparnos por cumplir con el modelo hegemónico y “darnos la oportunidad de modificar eso que nos hace daño y hace daño a las personas cercanas a nosotros”.
Consulta el dialógo “Masculinidades Alternativas” de Daniel Ramírez Campos y Ángelo Baños Terrazas:
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