“El lenguaje que dice la verdad es capaz de pensar sintiendo y sentir pensando”.
En los años 60 el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda coincidía con el escritor Eduardo Galeano sobre la filosofía de los sentipensares como una forma de vivir y relacionarse en este mundo sin demeritar las emociones como experiencias humanas inferiores al uso de la razón. Amada Benavides, maestra en relaciones internacionales, dice que en la década de los 60 se comenzó a cuestionar la colonización, el capitalismo y el patriarcado. Surgieron propuestas para cambiar la lógica de progreso existente en el mundo, entre ellas la idea de “integración cultural”, del sociólogo Boaventura de Sousa Santos.
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La “integración cultural” invita a mirar a las culturas originarias del sur global y valorar sus saberes como experiencias para vivir en contextos de paz. Las cosmovisiones y la transmisión oral de esas maneras de convivir en el mundo dan paso a la revaloración del pensamiento existente antes de la colonización europea.
El progreso del mundo moderno ha causado deterioro a la naturaleza, porque las formas de producción están basadas en la explotación de los recursos naturales y de las personas. Las formas de educación también han sido moldeadas por el sistema socioeconómico en el que vivimos, por eso la “pedagogía sentipensante” de la que habla Orlando Fals Borda, sugiere transmitir y recibir conocimiento de una forma distinta.
A las propuestas de la “integración cultural” y la pedagogía sentipensante, la maestra Benavides agrega la filosofía del buen vivir. Ésta no se refiere a las posesiones materiales y al consumo; si no al compromiso de priorizar la vida, cuidar el planeta, a quienes viven en él y todo aquello que permite la existencia.
Foto tomada de sentipensarderechoshumanos.org
“Todo lo que hagas se tiene que hacer con el corazón frío, con el corazón dulce, y se tiene que hacer con estimación al otro”. Esta filosofía de pueblos indígenas de Colombia la retoma la maestra Benavides para señalar que la cultura de paz puede comenzar con la consciencia de nuestros actos. La educación tradicional de género nos enseña a los hombres a reaccionar, muchas veces de manera violenta, a los actos de otras personas. Esto provoca conflictos que pueden escalar a distintos grados de gravedad. Sin embargo, las cosmovisiones indígenas latinoamericanas nos muestran que una masculinidad alternativa es posible, una abierta al diálogo para generar consensos en favor de lo más importante: la vida en comunidad. La revaloración de los saberes de los pueblos originarios latinoamericanos es un reto; sin embargo, la academia y el activismo han emprendido la tarea de visibilizar estas experiencias, porque en el mundo son necesarios otros tipos de relaciones entre personas sentipensantes, es decir LA HUMANIDAD.
Ve completa la conferencia “Buen vivir y pedagogía sentipensante. Regalo de América Latina y los pueblos indígenas a la agenda global de educación para la paz”, de la Universidad Autónoma de Querétaro. Septiembre de 2023.
