Violencias contra la diversidad: Intervenciones para Heteronormar la identidad de género
Como si se tratara de una película de acción, Rodo Bañuelos Zamora, se internó en un centro que ofrece terapias de conversión, ahí fue testigo de las múltiples violaciones a derechos humanos, del chantaje emocional, de las agresiones físicas y del abuso que se comenté en contra de los jóvenes, en su mayoría, que son internados a la fuerza o bajo engaños debido a la inconformidad de su familia. Rodo, vivó en carne propia la intervención, lo retuvieron en contra de su voluntad por tres días, junto con otros jóvenes en su mayoría menores de edad. Lo sometieron a actividades de “terapia de grupo” en donde vio jóvenes llorando, gritando e incluso convulsionando; Se trata de un mercado, en el que ofrecen intervenciones que atentan contra el bienestar y la salud física, mental y emocional de las personas que son internadas con la falsa creencia de que la homosexualidad y su preferencia sexual se puede corregir.
Para Rodo la experiencia se salió de las magnitudes que tenía contempladas, inscribirse en uno de estos grupos que promueven las mal llamadas “terapias de conversión” resultó en un asunto revelador, pero también doloroso. Durante su estancia y posterior a ella sostuvo contacto con algunas personas y logró constatar que varias de ellas intentaron suicidarse después de asistir a este grupo. Sin embargo, todo es tan turbio que es difícil regular estas prácticas, es por eso que él, de entrada, no está de acuerdo con llamarlas ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y de Género)
Intervenciones para Heteronormar la identidad de género o la Orientación Sexual, IHEGOS, por sus siglas. Rodo comparte que lo vivido en este espacio no se lo desea a nadie y explica que sumado a todas las irregularidades que se practican en estos lugares se agregan otras vinculadas a la deficiencia y poca acción de las políticas públicas.
Uno de los aspectos mas duros, es que por lo regular son las mismas familias quienes internan a los jóvenes que manifiestan su orientación o identidad de género diversa. Por eso Rodo se ha dedicado a documentar y desmentir estas practicas que están sumidas en la irregularidad, impunidad y la falta de profesionalismo.
Rodo es un joven inquieto, pero también una persona que ha arriesgado su bienestar para exigir justicia por quienes han vivido la violencia física, psicológica y emocional en las mal llamadas terapias de conversión. Por eso prefiere llamar a estas prácticas Intervenciones para Heteronormar la Identidad de Género o la Orientación Sexual, IHEGOS, por sus siglas. Con este cambio busca que los psicólogos y psicoterapeutas establezcan criterios más estrictos para que, quienes toman un diplomado o una maestría, tengan los elementos necesarios para orientar con bases académicas y científicas a las personas de la diversidad y a sus familias, porque en la actualidad cualquier persona puede hacerse de uno de estos títulos sin haber recibido los elementos fundamentales. Por eso han prosperado tanto las terapias de conversión, estas violaciones a los derechos humanos básicos de las personas diversas. Como bien dice el maestro Rodo Bañuelos Zamora, no se trata de cambiar, ni de arreglar, ni de “tolerar” porque incluso esa palabra denota una especie de superioridad moral por sobre otras personas; la realidad es que ante la diversidad no hay nada qué discutir: la diversidad es lo que caracteriza a la humanidad.
Consulta la presentación completa “¿Terapias de conversión?: vivencias LGBT frente a la violencia del enderezamiento” organizada por la Dirección Institucional de Igualdad de Género de la BUAP.
