Las representaciones del cuerpo en la paternidad.
Sentir la paternidad con el cuerpo, ese es el punto desde donde ha partido el trabajo de Sandra Misol, psicóloga y licenciada en motricidad. Hace algunos años, llamó su atención el vínculo que los padres formaban con sus hijos cuando las madres a la hora del parto tenían complicaciones. Mientras las madres se recuperaban, los padres tenían que hacerse cargo de sus hijos casi por completo y ahí notó que se generaba un acercamiento distinto: los padres aprendían a “leer” a sus hijos, a identificar sus necesidades e incluso a predecir si tenían alguna complicación médica. Vivir la paternidad con el cuerpo, explica Sandra, implica una serie de cambios en la función cerebral.
Mientras hacia su trabajo en el hospital, e incluso años después, Sandra confirmó que los padres emplean formas de contacto que promueven un desafío corporal distinto en las niñas y niños, por lo que la paternidad también es una experiencia que se vive desde el contacto, el juego y las dinámicas de intercambio emocional.
La presencia paterna aporta a los niños y niñas visiones diversas del mundo, en su infancia, pero también les prepara para adultez. Sin embargo, Sandra comenta que todavía hay espacios en los que no se confía en el trabajo de los hombres como cuidadores o incluso se les ve como un complemento, más que como alguien indispensable en el cuidado y la crianza.
Sandra recuerda la experiencia de uno de sus pacientes, quien perdió a su esposa y tuvo que hacerse cargo de su hijo, sin embargo la ayuda no tardó porque él en su papel de hombre tenía que hacerse cargo de la proveeduría. Tiempo después, se cuestionó sobre el impacto que tendría su ausencia paterna en el desarrollo de su hijo. Sandra comenta que la ausencia se vive de muchas maneras y las consecuencias ya están documentadas.
Sandra ha estudiado por años el vínculo que los hombres generan con sus hijos, y como es que desde distintas partes del cuerpo viven la paternidad, poco se ha estudiado de esta manera, pero hay que mirar y estudiar también en esta dirección: las vivencias del cuerpo paterno. La dra. Misol dice que las ausencias paternas impactan en el desarrollo de las y los niños y que su confianza también se ve mermada cuando un padre abandona su hogar o rompe con el vínculo sin que los niños sepan por qué. La paternidad activa es mucho más que el juego o la proveeduría, impacta en la función cerebral, desarrolla un mayor número de interconexiones, estimula su aprendizaje. Por eso, generar espacios de encuentro en donde los hombres puedan estar involucrados en la crianza, contacto y vínculos es fundamental… eso es acuerpar la paternidad.
**Consulta la presentación completa “Paternidad, su función corporizante” organizada por MenEngage América Latina.