Estamos a favor de la disidencia emocional
Mi tío iba manejando su camioneta, de pronto sintió un golpe, había chocado con un taxi. En ese momento el taxista descendió de su vehículo, muy alterado y agresivo. Mi tío entre la incertidumbre y el evidente enojo de la otra persona buscó la forma de “librar el momento”. Tomó un objeto, se lo acomodó en la cintura a modo de que pareciera que tenía un arma y bajó de su auto amedrentando al taxista también, respondiendo a la agresión con otra agresión. Evidentemente el taxista sintió temor al ver que lo que traía el otro conductor era un arma, o al menos eso parecía… de pronto, paró la agresión verbal, fue notorio el miedo por parte del taxista y al final cada quien se fue con su golpe… tiempo después mi tío aceptó que él había tenido la culpa del incidente, también aceptó que había sentido mucho miedo, pero “no tenía de otra” … esto cuenta Isaac, un joven que Carlos Alejandro Montero Silva, entrevistó para su investigación sobre las emociones masculinas. A partir de esta anécdota, Carlos se preguntó ¿qué función tienen las emociones en el actuar masculino? ¿Cómo configuran los hombres la emocionalidad para aguantar las lágrimas, incomodarse con los abrazos y silenciar el dolor?, ¿son los hombres enajenados por la masculinidad?
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Carlos se plantea muchas preguntas, está interesado en llegar al origen de las violencias que surgen de las emociones masculinas y dice: “hay todo un sistema que ha condicionado a los hombres para integrar la pedagogía de la crueldad en la normativa emocional masculina”.
En los cuerpos se educan las emociones y las emociones masculinas muchas veces son parte de un aleccionamiento violento. Las emociones siempre están presentes en los relatos de las personas entrevistadas por Carlos Alejandro Montero, pero con el tiempo, aprendió que difícilmente le dirán que están felices, enojados o tristes, existe una codificación en sus emociones que hoy los investigadores tienen que empezar a documentar y traducir.
Carlos ha escuchado muchas historias, e incluso piensa en su propia historia de vida cuando documenta emociones y masculinidad. Él apuesta por la disidencia emocional para nombrar los sentires masculinos, una disidencia que cuestione las estructuras tradicionales de la masculinidad violenta.
Historias de vida, anécdotas y reflexiones de hombres integran el trabajo de investigación de Carlos Alejandro Montero Silva. Él se ha enfocado en el sentir masculino y en cómo los hombres, de distintas edades, han construido sus emociones. Pero muy pocas veces ha logrado que alguien le diga que se siente triste o enojado, regularmente las emociones están codificadas en las anécdotas que estos hombres le cuentan; con el tiempo, ha entendido que ESE es su trabajo: decodificar esas historias, identificar las emociones y trabajar por construir una disidencia emocional que les permita a los hombres hacerse de herramientas con las que puedan identificar y cuestionar las pedagogías de la crueldad que los hizo ser quienes son, ellos no son culpables de esa educación, pero sí son responsables de trabajar por una masculinidad distinta que les permita ser mejores personas.
Escucha la mesa temática “Masculinidades y emociones: experiencias en México, Colombia y Chile” realizada durante el Simposio Global MenEngage Ubuntu 2021. Encuentra la liga en nuestra página www.complices.org.mx
