“A los hombres de mi vida… que han hecho un esfuerzo por deconstruir sus machismos interiorizados, aprendidos y reproducidos”. Esta es la dedicatoria especial con la que Marcela Hernández Oropa inicia su tesis “Masculinidades en la prevención de la violencia y la delincuencia”. Ella se siente afortunada de vivir cerca de hombres que han cuestionado la masculinidad hegemónica y han tomado distancia de aquellos que “sólo se permiten demostrar una emoción: la ira. La Maestra en Políticas Públicas y Género opina que el cuestionamiento del modelo hegemónico de masculinidad es fundamental para crear identidades no-violentas.
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“Los hombres se causan y causan mucho dolor con la masculinidad tóxica”.
La reflexión sobre la construcción de la identidad masculina puede favorecerse desde edades tempranas y, aunque “no debe olvidarse el trabajo con personas adultas”, sí es necesario priorizar el trabajo con jóvenes sobre su masculinidad. Esta es la opinión de la maestra Hernández.
La violencia de género también ocurre entre hombres. Para la maestra Marcela Hernández es importante señalar lo anterior para comprender que los mandatos de la masculinidad están completamente relacionados con la violencia entre varones.
La construcción de la identidad masculina a partir de la negación “genera un vacío” que hombres de las generaciones más jóvenes no quieren vivir. El cuestionamiento de los estereotipos sobre lo femenino y lo masculino está presente en muchos jóvenes del siglo XXI; sin embargo, en opinión de la maestra Hernández, aún falta la reflexión sobre los privilegios que generan desigualdad.
Los cambios en las identidades juveniles del siglo XXI son visibles. Algunas se han moldeado bajo esquemas violentos a causa del contexto donde se desarrollan, por ejemplo, las juventudes masculinas que viven en comunidades con fuerte presencia del narcotráfico. Lo hemos visto, es visible en todo el país: el acoso a las mujeres, la agresión hacia otros hombres, e incluso, los actos delictivos están determinados por la necesidad de mostrarse “hombre”, machín. Sin embargo, también hay otras identidades que tras la reflexión ven absurdos los mandatos que encasillan su masculinidad. Éstas, las que buscan su libertad identitaria son benéficas para la creación de espacios pacíficos. Los Cómplices del XXI nos unimos a la maestra Marcela Hernández y dedicamos nuestro trabajo a los hombres que cuestionan los mandatos tóxicos de masculinidad e invitamos, a quienes aún no lo han hecho, procurarse vidas libres de estereotipos y violencias.
Consulta la tesis “Masculinidades en la prevención de la violencia y la delincuencia”, de la maestra Marcela Hernández Oropa.:
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