La violencia en las universidades se ha convertido en un foco rojo de atención porque llega a producir daños irreversibles en las víctimas: bajo rendimiento académico, deserción escolar e incluso, daños mentales y físicos que llegan al asesinato o al suicidio. No permitir que la violencia se normalice dentro de los espacios escolares es la preocupación de diversos estudiantes, docentes, personal administrativo y directivos; sin embargo, ¿qué están haciendo para evitar esa violencia? ¿cómo se comprometen en la generación de espacios seguros y pacíficos? Dejar de lado la cultura de la simulación en las universidades del país, esta es la invitación que hace la doctora en Ciencias Sociales, Rosalía Carrillo.
Escucha el programa (11 mins):
Escuchamos a una sola voz No a la violencia en nuestras universidades.
Pero…entonces
¿QUÉ nos toca hacer?
Esta pregunta la dirigió Rosalía Carrillo Meráz a las personas que abarrotaron uno de los Espacios Magnos de la Universidad de Guanajuato. La doctora en Ciencias Sociales los invitó a reflexionar sobre el acoso sexual, laboral y otros tipos de violencia que sufren, tanto el estudiantado y el profesorado, así como los directivos dentro de las Instituciones de Educación Superior. “Ella dijo que para atender este problema “cada miembro de las universidades debe asumir su propia responsabilidad” en la generación, reproducción o encubrimiento de la violencia.
Foto tomada de ugto.mx
En las universidades se genera conocimiento, pero junto con el estudiantado, profesorado e investigadores, los medios comunicación universitarios y públicos también estamos obligados a propiciar acciones para mejorar la convivencia, porque las agresiones que suceden dentro de los espacios escolares también ocurren en la calle; por tal motivo, el doctor Luis Felipe Guerrero Agripino, rector de la Universidad de Guanajuato, subraya la necesidad “de mirar al interior de las universidades” para reconocer la violencia que existe dentro y fuera.
La sociedad es dinámica y las formas de convivencia cambian continuamente en la familia, en la calle y también en las escuelas. Hoy los estudiantes mantienen relaciones más horizontales con sus profesores y otras autoridades; el Rector Luis Felipe Guerrero está consciente de que los cambios son aceptados de diferente manera por las personas de distintas generaciones y por ello invita a realizar “una sinergia multigeneracional para crear mejores ámbitos de desarrollo en las universidades”.
El 97.8 % de los estudiantes ha sido testigo de violencia en su universidad. Así lo revela un estudio de la doctora Rosalía Carrillo realizado dentro de la Universidad Autónoma Metropolitana. De ese porcentaje muy pocos refirieron haber denunciado, conocer el reglamento y la existencia de la Defensoría de los Derechos Universitarios. La Doctora Carrillo y el rector Luis Felipe Guerrero enfatizan en la necesidad de que la comunidad universitaria se comprometa.
La violencia en las universidades se ha convertido en un foco rojo de atención porque llega a producir daños irreversibles en las víctimas: bajo rendimiento académico, deserción escolar e incluso, daños mentales y físicos que llegan al asesinato o al suicidio. No permitir que la violencia se normalice dentro de los espacios escolares es la preocupación de diversos estudiantes, docentes, personal administrativo y directivos; sin embargo, ¿qué están haciendo para evitar esa violencia? ¿cómo se comprometen en la generación de espacios seguros y pacíficos? Dejar de lado la cultura de la simulación en las universidades del país, esta es la invitación que hace la doctora Rosalía Carrillo a las comunidades universitarias y nos alienta a comprometernos con actitudes y acciones cotidianas para propiciar la armonía con las personas que conviven diariamente en los salones, los pasillos y en todos los espacios de nuestras universidades.
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