Aprender a reconocer nuestra herida común y desde ahí buscar soluciones no patriarcales, ni violentas.
La herida común hace referencia al daño que el patriarcado nos ha generado en diversas condiciones, situaciones y contextos de la vida cotidiana, el problema es que esas violencias están tan normalizadas que no sabemos identificarlas, nombrarlas y por lo tanto atenderlas… Dolorosamente aprendemos a vivir con ellas. Rubén Hernández Duarte, Director de inclusión y Prácticas comunitarias de la coordinación para la igualdad de Género de la UNAM, nombra este término mientras habla del trabajo que falta hacer con los jóvenes universitarios en el país, él ha trabajado de cerca con este sector de la población temas de género, masculinidad y equidad, y reconoce que el diálogo ahí esta abierto, constante, pero aún no permea en las fibras sensibles de toda la comunidad. Por eso la corresponsabilidad es fundamental, explica Rubén, y habla de dos caminos: la corresponsabilidad institucional y la corresponsabilidad comunitaria, como parte de la fórmula para generar una verdadera transformación en temas de género.
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Si el sentido de la transformación en materia de equidad género no pasa por el cuerpo es difícil que se plantee un cambio profundo. Rubén explica que las personas se pueden aprender toda la teoría que existe para acabar con el patriarcado, pero si eso que leen y estudian no lo aplican en la vida cotidiana, es decir, no pasa por el cuerpo, puede convertirse en algo muy problemático.
El orden de género tiene un nivel identitario en nuestras vidas y por eso es que desprenderse de esas prácticas patriarcales, injustas e inequitativas es muy complicado. En la experiencia que Rubén tiene trabajando de cerca con las juventudes universitarias ha aprendido que estos temas implican una labor constante que pasa por la prueba y el error, fases necesarias para ajustar modelos a cada contexto, cada etapa y cada situación según lo requiera el trabajo integral con hombres.
El trabajo con hombres tiene que entenderse por capas, desde quienes ejercen violencia, pero también desde la prevención, el cuidado y la corresponsabilidad… desde lo institucional y lo comunitario.
Rubén Hernández Duarte habla de dos caminos fundamentales: la corresponsabilidad institucional y la corresponsabilidad comunitaria, porque, el trabajo con hombres se tiene que distribuir. Además, habla del cuerpo, de que a través del cuerpo se pueda interiorizar todo eso que plantea la teoría. En su experiencia los modelos teóricos son muy importantes pero también es fundamental que las personas que se dedican a estudiar y documentar estos temas apliquen estos cambios en su vida cotidiana, porque de lo contrario, este trabajo incompleto se puede transformar en un gran problema. Rubén invita a reconocer nuestra herida común esa que hace referencia al daño que el patriarcado nos ha generado en diversas condiciones, situaciones y contextos de la vida. Por eso habla de acuerpar los temas, de interiorizarlos, reflexionarlos y tomar partido para que las generaciones futuras tengan otras posibilidades de vivirse liberadas de la dureza del patriarcado.
Escucha la sesión completa del seminario institucional ¿Cómo rompemos el pacto patriarcal? organizado por el Colegio de la Frontera Sur.
