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Los del XXI no.388 – La Masculinidad: lo inconcluso, lo vacante, lo silenciando.

Los del XXI no.388 – La Masculinidad: lo inconcluso, lo vacante, lo silenciando.
julio 10, 2024 Hugo Enrique Sánchez

El primer acto de violencia que el patriarcado pide a los hombres es mutilarse emocionalmente.

Esta idea de la filósofa y escritora feminista, Bell Hooks, pone de manifiesto la manera en que a partir de los mandatos de masculinidad, los hombres construimos nuestra identidad reprimiendo nuestras emociones, para no mostrarnos vulnerables. La masculinidad no es estática, los hombres la vivimos de distintas maneras en diferentes épocas de nuestras vidas y en diferentes espacios de socialización. Sin embargo, la validación entre hombres es un elemento presente y constante en la vivencia de nuestra masculinidad. Esto dice Matías de Stéfano Barbero, doctor en Antropología y autor del libro “Masculinidades Imposibles

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La mirada masculina para validar el comportamiento de los otros se presenta desde las edades más tempranas, el círculo familiar es el primer grupo de socialización en el que se comienza a medir nuestra masculinidad. A esa edad, con tíos, primos e, incluso, con los propios padres se viven ritos de paso, pruebas para convertirse en hombre. Estas experiencias forman parte de la vida de muchos hombres, dice Daniel Jones, doctor en Ciencias Sociales y autor del libro “La Masculinidad”.

En el siglo XXI las infancias tienen más contacto con temas de igualdad de género. En algunos países de Latinoamérica, incluso, cursan sistemas escolarizados donde se ofrece educación sexual integral y se promueve el respeto a los derechos de todas las personas. Sin embargo, la socialización entre hombres es determinante para que las infancias repliquen, o no, actitudes machistas.

Los movimientos en favor de los derechos humanos, la igualdad de género y el cambio social han provocado distintas reacciones en los hombres, algunos de ellos se han radicalizado en contra de estos cambios. Para quienes se posicionan a favor, Matías de Stéfano propone pensar en “¿qué queremos construir? Y ¿cómo lo hacemos?”.

“Juego de miradas entre hombres”. Esta idea la utiliza Matías de Stéfano para referirse a la manera en que los hombres estamos en constante validación de nuestra masculinidad ante otros hombres. Él recuerda las palabras de un alumno suyo durante un taller de masculinidades: “a uno no le importa mucho lo que piensen las mujeres, para ellas uno es un perro, un mujeriego; pero a uno le importa más cómo lo ven otros hombres”. Matías de Stéfano dice que para los hombres, en la masculinidad atravesada por la homosocialización, es fundamental se atractivos para los otros y obtener validación a partir de lo que los otros varones piensan de ellos. Sin embargo, esa socialización puede generar malestares emocionales por no cumplir con todos los estereotipos. Por esta razón, la invitación es a salirnos de la caja de la masculinidad, liberarnos de los mandatos de género y vivir mejores relaciones personales y sociales.