En la calle, en las cárceles o en centros culturales, en cualquier espacio se puede trabajar sobre la masculinidad.
Esto lo saben muy bien las integrantes de la colectiva La Lleca, porque ellas hacen intervención artística en los Centros de Readaptación Social para Varones. El performance ha sido su principal herramienta para contactar con el cuerpo y las emociones de los asistentes a sus talleres y para generar reflexiones sobre su construcción masculina. Lorena Méndez, doctora en Arte y Educación, dice que La Lleca no tiene un método de trabajo sino un “antimétodo”. Este ANTIMÉTODO se contrapone a la enseñanza tradicional de las cárceles, y también, actúa desde la comunicación no violenta y la construcción conjunta de saberes.
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El cuerpo es el medio principal con el que la colectiva La Lleca realiza el trabajo con hombres. También lo es para Manuel Amador, maestro en Derechos Humanos y Democracia. Para reflexionar sobre temas de la diversidad sexual y la masculinidad Amador realiza diálogos y performance con jóvenes / en lugares marginados de la ciudad.
Manuel Amador define su labor como “activismo contra el odio”, porque tiene como objetivos el cese de la violencia hacia “lo diferente” y la construcción de relaciones de género igualitarias. Israel Germán Ocampo, doctorando en Estudios Interdisciplinarios de Género, persigue los mismos objetivos en el trabajo que realiza con grupos de hombres en Casa Tonalá, donde las “prácticas narrativas” son el eje para abordar temas de masculinidad.
Desde hace 10 años Ismael Germán asiste a grupos de trabajo con hombres, en ese trayecto ha observado la necesidad de incorporar una perspectiva distinta a la “evangelizadora”, en la que el acompañamiento es desde el señalamiento. Para lograr la permanencia de los hombres en los grupos y una mejor reflexión sobre la masculinidad el acompañamiento es desde lo afectivo, en Casa Tonalá han nombrado a este abordaje “dar cuenta de sí”.
“La vida es a partir del vínculo que encontramos con el otro”. El maestro Manuel Amador utiliza esta frase para subrayar la importancia que tiene el contacto humano en el activismo para trabajar con hombres sobre su masculinidad. En las fotografías que presentan, él y Lorena Méndez de La Lleca colectiva, se puede ver a hombres con expresiones de sorpresa, alegría, y algunos con lágrimas mientras son participes del performance donde el contacto humano es esencial. Los participantes en esta mesa de diálogo virtual están convencidos de que el trabajo desde “el cuerpo sensible” descoloca a los hombres / que se construyeron en la masculinidad tradicional y hegemónica, que niega el contacto con las emociones y la concepción del cuerpo como un medio para proveer afectos en planos distintos al sexual. En sus experiencias de activismo, también han notado que el diálogo es fundamental para el cambio, permitir al otro hablar y escucharle es el primer paso para construir realidades en conjunto, porque, como señala el maestro Amador: “lo posible se construye juntos, a partir de los caminos que cada uno puede trazar”.
Ve completa la mesa virtual “Hombres, activismos y justicia de género. Aproximaciones desde América Latina”, realizada por el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM. Octubre, 2022.