Hambre de padre, exceso de madre ¿se pueden monopolizar las tareas de cuidado?
Me hubiera gustado que mi padre estuviera más presente, es una de las frases que María Gabriela Córdoba escuchó mientras hacía un trabajo de investigación, que desde el inicio plantea un tema incómodo para algunas personas “Hambre de padre, exceso de madre”. Pero no nos vayamos a los extremos aún, primero empecemos por comprender el objetivo de esta investigación y lo importante que es hablar de este desequilibrio que impera en los procesos de crianza. Por un lado, Gabriela habla de la falta de vínculos afectivos y por otro, de los miedos basados en estereotipos que asocian el cariño o la sensibilidad con lo femenino.
La ausencia de padre implica el impedimento para demostrar afecto, cariño y ternura, SÍ, pero también refleja cómo es que la presión por convertirse o cumplir con el prospecto de proveedor impacta en el tiempo que los hombres pueden pasar con sus hijos e hijas y esto a su vez repercute en los modelos que las nuevas generaciones tienden a replicar.
Cuando Gabriela se refiere al “exceso de madre”, no se refiere a que las mujeres acaparan el cuidado, por el contrario, es una propuesta interesante que plantea la visión sobre, lo tirano que es el “ideal maternal”, ese que implica anular la existencia de las mujeres, como seres autónomos, a partir de su contexto reproductivo.
Gabriela comparte que, en cuanto al cuidado y la crianza, aún está muy presente esa lógica de “me lo podrías haber pedido” por parte de los hombres, y en el caso de las mujeres impera esta “carga física y mental” que incluso puede derivar en el síndrome de burnout, que es el cansancio excesivo. Para equilibrar esta situación propone que los hombres diversifiquen sus afectos, que no tengan miedo a mostrarlos, porque de eso también va la paternidad.
Existen formas de ser padre como seres humanos en el mundo, la paternidad es diversa, y tener el tema en la mira nos invita a cuestionarnos como seres humanos con relación a la crianza y el cuidado ¿cómo nos relacionamos con estos aspectos básicos de nuestra vida? Hambre de padre, exceso de madre, es una investigación en la que Gabriela Córdoba plantea los efectos y consecuencias de las ausencias paternas pero también habla de la sobrecarga que viven las mujeres al ser las encargadas del cuidado, porque éste se asocia con la feminidad; es así, como esta investigadora, plantea una visión amplia sobre, lo tirano que es el “ideal maternal” pero también nos abre el panorama con relación a la paternidad como un acto de re-existencia para acompañar de formas más amorosas y sensibles a las nuevas generaciones.
**Consulta la presentación completa “Hambre de padre, exceso de madre” organizada por MenEngage América Latina.
