“La imagen que tenemos de la guerra es una imagen masculinizada”.
En el imaginario colectivo de la guerra hay hombres en uniforme, con armas, sin sentimientos, resistentes y listos para atacar o responder a la violencia de otros soldados. Quienes hace la guerra han usado la justificación de buscar la paz, la justicia o defenderse de los agresores. Así sucedió en Perú en las décadas de los 60 y 70 con el movimiento militar encabezado por el partido político llamado Sendero Luminoso. Gabriel Gómez Tineo, antropólogo y consultor social peruano, estudió los componentes de la masculinidad hegemónica relacionados con los movimientos militares en Ayacucho, Perú.
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“Conquistar el poder desde el campo a la ciudad”. Éste fue el lema del movimiento político-militar Sendero Luminoso. Para lograr ese objetivo utilizaron distintos medios violentos que incluían actos con el objetivo de mermar la masculinidad del oponente para dominarlos. Esa violencia se extendió a la provincia peruana de Ayacucho entre 1980 y 2000.
En el conflicto armado de Perú el mayor número de víctimas fueron hombres. Así lo señala la CVR, Comisión de Verdad y Reconciliación de ese país. Lo mismo ha sucedido en otros conflictos armados en Latinoamérica y el mundo, donde la violencia sexual también es una práctica común de la masculinidad militarizada.
En el conflicto armado de Perú el mayor número de víctimas fueron personas indígenas. El proceso de pacificación fue largo; sin embargo, esta guerra ha dejado lecciones y consecuencias en la población de Ayacucho.
Aunque la violencia en Perú ha dejado lecciones desde la perspectiva de la justicia social y los derechos humanos, el antropólogo Gabriel Gómez Tineo enfatiza en que aún falta integrar la perspectiva de género y la masculinidad en las acciones para analizar los hechos y atender a las víctimas de la guerra. Él hace notar que, por ejemplo, no se contemplan los hombres víctimas de violencia sexual o quienes a raíz de participar en el conflicto hoy joven con estrés postraumático. Incorporar esta perspectiva es fundamental para resarcir los daños y para trabajar sobre la objetivo de la no-repetición. Los asistentes a esta conferencia virtual coinciden en que “nuestra imagen de la guerra es una imagen masculinizada”. Bakea Alonso, doctora en Trabajo Social, invita a recordar lo que sucede actualmente en Ucrania, donde los hombres en edad de combatir no pueden salir del país. Por su parte Gabriel Gómez invita a profundizar más sobre los conflictos armados con una perspectiva que permita transmitir las lecciones aprendidas y promover sanación en las víctimas y paz social.
Ve completo la conferencia “Quary Kay. El ser hombre y la violencia política en Ayacucho 1980 – 2000”, realizada por Masculinidades por la Igualdad, Piura, dentro de la IX Conferencia Internacional de Masculinidades y Migración. Junio de 2022: