¡Atención! ¡soldado caído!, repito ¡soldado caído!
Este meme es famoso, sobre todo en fechas como el 14 de febrero. En la imagen se puede ver a un hombre, generalmente joven, cabizbajo y triste al ser rechazado por una mujer. Muchos hombres que observan la imagen se ríen de ver a ese “soldado derrotado”, porque una macho alfa nunca se mostraría así, rechazado por una mujer que le gusta, aunque eso signifique insistir una y otra vez, sin importar que ella haya dicho claramente que no. Humberto Martínez, psicoterapeuta y especialista en estudios de género, señala que el ligue y el acoso se mezclan, se confunden y se vuelven actitudes violentas.
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El acoso está totalmente relacionado con las enseñanzas sobre ser hombre y sobre el amor romántico. Por eso, la imagen del soldado que debe hacer todo por conquistar, encaja perfectamente con la manera en que muchos hombres conciben sus relaciones amorosas. Para ellos el “fracaso” es motivo de vergüenza y poca hombría. Humberto Martínez está convencido que es necesario cuestionar esas ideas, y reconocer la diferencia entre ligue y acoso.
En el siglo XXI, a diversos jóvenes les causa conflicto las formas de relaciones en las que conviven nuevos planteamientos y viejos estereotipos sobre cómo deben comportarse mujeres y hombres en las afectivamente. Humberto, habla constantemente con jóvenes que le expresan confusión.
Hablar sobre sus emociones es difícil para los hombres, eso impide la comunicación y la generación de relaciones más gozosas. Es común que las relaciones terminen mal, y en gran medida tiene relación con la falta de comunicación y los estereotipos de género en las relaciones. Humberto dice que es importante trabajar sobre nuestras emociones, y ese trabajo puede ser individual, con acompañamiento o en grupo.
En esta sesión virtual hay algunos comentarios de mujeres y… de hecho sólo hay mujeres escuchando la conversación. Humberto Martínez dice que uno de los retos más importantes para disminuir el acoso y generar otro tipo de relaciones, es el involucramiento de los hombres a la reflexión. En ellos, existe el deseo tener relaciones más satisfactorias, sean amorosas o solo sexuales; sin embargo, su machismo lo impide, porque los mandatos de masculinidad obligan a los hombres a ser poco expresivos y hasta violentos en las relaciones afectivas. Los comentarios de las mujeres presentes sugieren tener en cuenta la responsabilidad afectiva y evitar el “ghosting”, que se refiere a la actitud de desaparecer en cualquier momento, como fantasma, sin decir ni adiós a la otra persona. Hoy, ya se habla y se viven más comúnmente relaciones sexoafectivas diversas: formales, duraderas, casuales, frees, entre amigos, etc. Y cualquiera de ellas puede ser más padre si se expresa lo que cada uno siente y quiere. En otras palabras, si nos relacionamos desde una “ética de cuidado”. Porque, como afirma la filósofa estadounidense Carol Gilligan, en voz de Humberto: “no se destruye lo que se cuida”.
Ve completa la conferencia “Etnografía Digital de las Afectividades Digitales Juveniles”, organizada por la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación A.C.