En promedio, el consumo de pornografía aumentó 25% durante la cuarentena por Covid-19. Permanecer en casa supondría mayor convivencia con la pareja, pero no ha sido así. La doctora Gabriela Córdoba y el doctor Darío Ibarra dicen que la pandemia ha sido un “fenómeno de ruptura” que afecta las relaciones de muchas parejas en el ámbito sexual.
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La pornografía crea ideas irreales sobre la sexualidad. Mal educa.
Gabriela Córdoba, doctora en Psicología, dice que no es rara la existencia de hombres “traumados con el tamaño de su pene”, pues ellos han generado su educación sexual desde la adolescencia a partir de los vídeos porno que consumen. En el siglo XXI los estímulos sexuales están muy presentes en plataformas como Facebook, Instagram y Tik tok; no sorprende que durante la cuarentena provocada por la pandemia de Covid-19 el consumo de pornografía haya aumentado. La doctora Córdoba junto con Darío Ibarra, doctor en psicología, realizaron la investigación “Pornografía y Masculinidades en Tiempos de Covid-19”, él señala que en este contexto la “mercantilización de la sexualidad” impide relaciones sanas y placenteras.
En promedio, el consumo de pornografía aumentó 25% durante la cuarentena por Covid-19. Permanecer en casa supondría mayor convivencia con la pareja, pero no ha sido así. Gabriela Córdoba y Darío Ibarra dicen que la pandemia ha sido un “fenómeno de ruptura” que afecta las relaciones de muchas parejas en el ámbito sexual.
La pandemia de Covid-19 provocó que actividades antes realizadas en presencia física se trasladaran al espacio virtual. Para el estudio “Pornografía y Masculinidades en Tiempos de Covid-19” se hicieron encuestas vía redes sociales. En ellas diversos hombres manifestaron buscar vídeos con contenido sexual “distinto al aceptado socialmente”.
En los vídeos pornográficos el hombre es “cosificado como agresor” con exagerado poder sexual, también se muestra una clara “disociación de lo afectivo y de la sexualidad”. En otros datos de este estudio se muestra un elevado número de hombres asiduos a la pornografía, a pesar de tener pareja.
Permanecer dentro de casa la mayor parte del día, por más de un año, tiene consecuencias. La falta de actividades, el aburrimiento y la incertidumbre causaron, desde los primeros meses, aumento en el consumo de alcohol y otras drogas; también mayor violencia familiar y, como muestra esta investigación, el consumo de pornografía se elevó alrededor del 25%. A la industria del prono esto le generó ganancias millonarias, y a los consumidores, adicciones, dificultades con su sexualidad y problemas de pareja. La pandemia de Covid-19 provoca en muchos hombres angustia, estrés y la necesidad de autoerotizarse para calmarse. Los portales de vídeos porno aprovecharon esta circunstancia para ofrecer gratuitamente sus vídeos por un tiempo y enganchar a muchos. Con esta investigación la doctora Córdoba y el doctor Ibarra no califican a la pornografía como algo bueno o malo, lo que hacen es mostrar que sí existe una sexualidad más disfrutable y sana, que nada tiene que ver con los estereotipos que ofrece el porno y que, por cierto, son falsos.
Ve completa la presentación “Pornografía y Masculinidades en Tiempos de Covid-19”, realizada por la comunidad virtual Sexualidad Masculina Consciente.
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