¿Qué destino les espera a los migrantes que no logran “el sueño americano”?
Algunos hombres esperarán largos días varados en el Hotel del Migrantes; a otros, les esperan las drogas, el hambre y la indigencia. Los pobladores de la ciudad fronteriza de Mexicali poco a poco se fueron acostumbrando a ver hombres con su mochila vagando en la ciudad, también fueron testigos de la manera en que el antiguo y abandonado Hotel Centenario fue adaptado para recibir migrantes deportados. Desde joven, Paulina Sánchez, fotógrafa y directora del documental “Hotel de Paso”, observaba el deambular de esos hombres. En 2010, tomó su cámara fotográfica, otra de vídeo y comenzó a documentar las vivencias de los migrantes que se alojaban ahí.
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“Hotel de Paso es un filme que, sin pretender reflexionar sobre la masculinidad, lo hace”. Rodrigo Parrini, doctor en Antropología, observó que en el documental la cámara se acerca a los rostros de los migrantes para revelar sus sentimientos, muchos de ellos expresan angustia, tristeza y soledad, pero también, muchos se aferran a los valores tradicionales de masculinidad como el último valor que les queda por preservar.
Paulina Sánchez, directora de Hotel de Paso.
En una escena una mujer se encuentra con Juan, ella le dice que ya tiene rato que no lo “mira”. Él, borracho y con apariencia descuidada, le dice que esos güeyes, la migra, lo mandaron al Hotel del Migrante. Ella mira a la cámara y dice que “ya hay mucha diferencia” de cuando lo conoció. “Ando bien derrotado”, le responde él. Ella se lleva las manos a la cara para limpiarse las lágrimas y le pide a la cámara que no la enfoqué. Rodrigo Parrini también ha sido testigo del deterioro que sufren los cuerpos y las subjetividades de los migrantes deportados.
Los que llegan al Hotel del Migrante tienen que trabajar y sujetarse a las reglas del lugar. El trabajo no se paga y si no lo hacen son expulsados. Por eso muchos se “revelan” y prefieren habitar la calle; sin embargo, su destino es… incierto.
Los migrantes son criminales. Eso es lo que piensa mucha gente en Mexicali y en todo el mundo; sin embargo, durante la documentación que realizó Paulina Sánchez, se dio cuenta que los migrantes son víctimas, entre otras cosas, de la violencia estructural que existe en sus lugares de origen. Por ejemplo, en el documental “Hotel de Paso”, Paulina muestra diversas historias, entre ellas la de un migrante salvadoreño que cruzó la frontera sur de México con la intención de llegar a California y encontrar a su hija. Un día ella desapareció y después de buscarla por meses, alguien le dijo que probablemente se la habían llevado a California para trabajar como sexoservidora. En su primer intento de pasar a Estados Unidos llegó al Hotel del Migrante, ahí conoció a Paulina y a su equipo de filmación. Después de algunos años ella preguntó en el hotel si él había podido encontrar a su hija, le dijeron que sí pudo llegar a California, pero no la encontró. Rodrigo Parrini considera este documental como “un registro visual valioso”, para los estudios de la masculinidad y para visibilizar las vulnerabilidades que experimentan los migrantes en la frontera norte de nuestro país.
Ve el diálogo completo “Hotel de Paso. Masculinidades al Límite”, Organizado por el Foro de Cine Etnográfico en el marco del VI Congreso Mexicano de Antropología Social y Etnología:
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