Construir en positivo para cambiar las realidades violentas ¿humanizar al agresor?
En Bolivia la noche antes del carnaval es la noche de comadres. Mujeres de toda la región, vestidas con sus mejores trajes, salen a divertirse y pasarla bien con sus amigas, van a fiestas, a beber algo y en muchas ocasiones las copas se pasan. Hasta aquí todo normal, lo que sigue en la escena es lo que desconcierta, sobretodo porque se ha normalizado. Varios hombres se organizan para esperar a las mujeres afuera de los bares o de las fiestas y les ofrecen llevarlas a su “destino”, sin embargo esa no es la verdadera intención; muchas veces viven abuso y ellas no denuncian porque “estaban pasadas de copas”… se justifica al agresor, dice Icla de Fatima, integrante del colectivo, Masculinidades divertidas.
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La rehumanización del agresor… es un término que a veces causa conflicto porque hay quien piensa que se trata de “justificar” al violentador, pero la explicación a este término es compleja, tiene que ver con la esencia humana y con el hecho de que en ocasiones es difícil reconocer y denunciar episodios de violencia cuando provienen de personas cercanas: pareja, amigo, papá abuelo, primo, etc… aquí la voz de Juan Manuel Espinoza
Los integrantes de Masculinidades divertidas han trabajado el tema de la violencia de género desde hace varios años, y su experiencia les ha permitido abordar el tema desde una perspectiva humanizadora. Construir otras formas de vivir la masculinidad desde lo positivo, desde lo que sí se necesita para cambiar el panorama violento y su normalización social.
Somos formadores de las nuevas generaciones, sé lo que no quiero que hagan, pero qué es lo que sí quiero… Fátima le explica a la comunidad que su trabajo intenta reflejar la responsabilidad que cada persona tiene para ser constructora de paz.
Humanizar al agresor es un término desafiante, sobre todo porque como dicen los integrantes de Masculinidades divertidas “La solución no es la marginalización, demonización y exclusión del otro” por que a veces esa mirada resulta contraproducente, ya que no se identifica el abuso o la violencia por parte de personas cercanas. Fátima y Juan Manuel apuestan por el trabajo desde lo positivo, desde lo que sí podemos hacer para empezar a cambiar la realidad violenta que nos rodea. Su esperanza está en las nuevas generaciones y en tono juguetón ponen un ejemplo simple, imagina que a cada persona que nazca a partir de hoy, sin excepción, se le inculque que el respeto, la equidad, la justicia y la paz son acciones que debemos poner en práctica todos los días… el mundo definitivamente cambiaría. Ellos caminan hacia ahí, y mantienen su esperanza y su trabajo enfocado en esa construcción positiva para las nuevas generaciones .
Escucha la mesa temática ” La Humanización de la Violencia Masculina como Problema Estructural” realizada durante el Simposio Global MenEngage Ubuntu 2021, encuentra la liga en nuestra página www.complices.org.mx
