¿Cómo es que el silencio puede hablar?
Las construcciones de género demandan que los hombres hablen constantemente cuando se trata de expresar opiniones políticas, sobre algún deporte, y también, sobre sus proezas de hombría; sin embargo, esa misma construcción mandata que los hombres deben silenciar sus malestares físicos y emocionales. Irvinn Cano Lecona, psicoanalista, dice que el silencio tiene distintos significados e intenciones, reconocer por qué guardamos silencio puede ser benéfico para nuestra salud mental.
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Desde la infancia se nos enseña a callar, para no hacer tanto ruido, para no molestar, para “no decir cosas que no”, etc. En el caso de los varones callar, también significa “no quejarse”, aguantarse como un hombrecito. En la vida adulta esas enseñanzas generan silencios que también comunican algo.
Hablar permite expresar ideas y opiniones, pero cuando se trata de las emociones, el hablar puede “desnudarnos” y mostrarnos vulnerables, por eso hay hombres que prefieren guardar silencio, para evitar “ponerse en un estado de angustia”.
Foto tomada de La Tinta
Las personas guardan silencio para no exponerse y por temor a ser juzgadas, también porque no saben cómo “comunicarse asertivamente”, así lo han expresado distintos jóvenes con los que ha trabajado Irvinn Cano. Él señala que el silencio no es malo, pero sí se usa como forma de “autorepresión”, sí puede ser problemático.
Existe un silencio de los hombres que resulta ser cómplice cuando no se señalan violencias machistas de otros hombres, cuando no se rompe el “pacto patriarcal”, estos tienen repercusiones sociales que limitan principalmente contextos igualitarios y pacíficos. Hay otros silencios que tienen la intención de reprimir las emociones, sobretodo las consideradas no-masculinas, por miedo a ser juzgados y considerados débiles por otros hombres. Juan Guillermo Figueroa, filósofo y doctor en demografía, dice que “los hombres se callan por complicidad, por miedo, por incertidumbre, por dolor, por temor a perder el control de sus emociones”. La manera de vivir los silencios desde la represión emocional tiene efectos en la salud mental, muestra de esto son los suicidios que ocurren antes de pedir ayuda. Por esto se vuelve necesario cuestionar los mandatos de la masculinidad desde edades tempranas para que infancias y juventudes se relacionen de una manera más consciente con sus emociones, y sus silencios no sean sinónimo de malestares graves ni preámbulo a la violencia, y sí, introspección para la creación.
En esta dirección electrónica puedes ver completa la la charla virtual “El silencio y sus estudios clínicos”, realizada por el Observatorio de la Escuela Libre de Psicología de la BUAP. Agosto, 2024.
Agradecemos al doctor Cirilo Rivera las facilidades, para realizar este programa.
