Replantear la paternidad desde los no lugares, desde eso que ni siquiera se contempla en el paternaje convencional.
La paternidad te cambia la vida de muchas maneras, tus preocupaciones, miedos e incertidumbres se incrementan y las cosas nunca vuelven a ser lo que eran antes… pero, así como hay momentos agridulces, también existen momentos que no se cambian por nada; cuántas veces no hemos escuchado esa frase, que sin ser conscientes de ello romantiza la paternidad. Jonatan Ojeda Gutiérrez, es papá de Pao y Gabo, con 8 y 6 años respectivamente, él relata que cada uno llegó en momentos clave de su vida, Pao mientras él hacía la maestría y Gabo mientras estaba en el doctorado, solo que Gabo nació con una diversidad funcional que lo hace depender de sus padres la mayor parte de tiempo. Su paternidad, explica Jonatan “no entra dentro del estándar”, por lo que ha tenido que reconfigurar su ser padre en torno a las necesidades específicas que exige la discapacidad de Gabo.
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De acuerdo con el Censo 2020 de INEGI, en México había 2.61 millones de personas de entre 0 y 17 años con discapacidad, muchas veces se habla solo del número, pero detrás de esta cifra hay familias que han tenido que rehacer su vida en torno a las infancias con diversidad funcional. Jonatan explica que a veces los padres se van por miedo y los que se quedan, se enfrentan a un mundo desconocido que es capaz de detonar emociones intensas que los pueden poner en riesgo. Así describe Jonatan su experiencia con Gabo.
Jonatan Ojeda es investigador en temas de género, masculinidades, paternidad y discapacidad. Su exploración como padre de un niño con diversidad funcional lo ha llevado a cuestionarse lo que él llama “los no lugares de la paternidad” eso que nunca se enseña y que tal vez ni se contempla pero que invita a cuestionar los costos de ser padre fuera de la “norma”.
A veces Jonatan tiene que pedir permiso en su trabajo para poder acompañar a su hijo Gabo a las terapias y está con él mientras su esposa también se dedica a sus actividades profesionales. Ambos han buscado un equilibrio en el cuidado y el trabajo que se complementa con el apoyo de otros integrantes de la familia. Jonatan hace una pausa, reflexiona y explica que no hay que romantizar el cuidado de las infancias con discapacidad porque estas condiciones implican un gasto fuerte que muchas familias en México no pueden sobrellevar.
Replantear la paternidad desde los no lugares, desde aquello que no se contempla en el paternaje convencional, esa es la invitación que le hace Jonatan no solo a los padres de niños y niñas con alguna discapacidad, sino también a quienes investigan y documentan estos temas. Él habla de los “no lugares de la paternidad” como esos contextos que no se contemplan dentro de la ecuación cotidiana paterna, pero que es necesario nombrarlos para poner en el foco a esas familias que atraviesan por procesos similares y necesitan ayuda, ya sea a través de leyes, políticas públicas o círculos comunitarios de apoyo. Para él, Pao y Gabo son tesoros invaluables, y ha aprendido de ellos la capacidad de resiliencia y también ha identificado la importancia que su papel como padre juega dentro de su familia, sobre todo para generar procesos de paz, amor y aprendizaje junto con su pareja.
Escucha la conferencia completa “Paternidad y discapacidad” realizada por el grupo “Hombres y masculinidades”.
