“Pedir ayuda no es de hombres”.
Eso dicen los mandatos de la masculinidad tradicional; sin embargo, no pedir ayuda nos cuesta a los hombres daños en nuestra salud mental. Por eso, fechas como el 10 de septiembre, Día de la Prevención del Suicidio; y el 12 de octubre, Día de la Salud Mental, tienen el objetivo de visibilizar las distintas problemáticas relacionadas con las emociones de las personas. Desde hace algunas décadas los estudios sobre masculinidad han señalado la manera en que la construcción tradicional del género masculino tiene estrecha relación con la mala salud emocional de los varones. Francisco Aguayo, Psicoterapeuta e investigador en temas de masculinidad, ha reportado sus hallazgos en estudios donde se muestra que “a los hombres les cuesta trabajo pedir ayuda”.
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Los problemas de salud mental son más comunes de lo que se piensa. Y la depresión la viven muchos hombres en silencio. Son pocos los que platican sus malestares con familiares o amigos, y menos los que buscan ayuda profesional. Francisco Aguayo conversó con distintos hombres chilenos, para conocer sus experiencias al pasar por episodios de depresión.
El 80% de los suicidios en México, como en Chile, los consuman hombres. Las cifras no han variado desde hace varios años; sin embargo, entre las nuevas generaciones de hombres poco a poco están más presentes las prácticas de autocuidado y cuidado colectivo. Salud mental es un concepto que conocen y se encuentra en sus conversaciones. Francisco Aguayo señala que las instituciones pueden fomentar la salud mental de los hombres con programas dirigidos a ellos.
Vivimos en una cultura que es cada vez más exigente. Esto provoca que las personas vivan en constante estrés y ansiedad. Los problemas de salud mental forman parte de nuestra vida y de la vida de las personas que nos rodean. Por eso, se vuelven necesarias las redes de apoyo entre personas y mejores servicios de atención institucionales.
Se dice que los hombres sólo hablan de sus emociones cuando están en la cantina o en el bar. Y no está mal, pero puede ser mejor si también las expresamos en otros espacios donde convivimos de manera más frecuente. En el siglo XXI es posible leer y escuchar la frese “normalicemos ir a terapia”, refiriéndose a la importancia de atender nuestra salud mental. Francisco Aguayo está de acuerdo con la frase, pero agrega que además del apoyo profesional, es benéfico crear “recursos comunitarios”, donde los hombres podamos hablar y “cuidarnos mutuamente”. En distintos países de América Latina y el mundo existen grupos de hombres que sirven de apoyo a otros varones en crisis, poder abrirse con sus semejantes ha aliviado la vida de muchos, por eso Francisco Aguayo afirma que uno de los retos a trabajar es el cambio de las ideas machistas y los mandatos que limitan el autocuidado de la salud mental de los varones. Convencernos de que ser hombres también es cuidarnos, procurar nuestra salud y nuestra felicidad.
Ve completo el conversatorio “Masculinidades y Salud Mental”, dentro del ciclo “¿Y qué pasa con los hombres? Conversaciones necesarias sobre masculinidades.” realizado por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Chile, octubre de 2022.