El activismo: puente entre la comunidad y la realidad diversa
“Quiero que otras personas que se sienten perdidas, ignoradas o discriminadas puedan encontrar en mi activismo y en mi historia herramientas que les permitan reconciliarse con quienes son.” Sam Astrid, integrante de Resistencia no Binarix y Sony Rangel Activista y hombre trans hablan desde lo cotidiano, cómo les ha cambiado la vida al reconocerse en la diversidad y respetando su identidad. A su modo cada uno ha recorrido distintos contextos de México, Sam desde lo digital y Sony desde lo personal/político, y en su exploración han identificado puntos clave en los que es necesario trabajar para que el activismo por la diversidad tome nuevos caminos que partan desde la interseccionalidad. Por ejemplo, Sony se mudó a Michoacán y ha logrado reunir a personas de distintas disciplinas que le han apoyado a generar redes de acción desde la medicina, el arte, la sociología, la historia y también desde la comunicación.
Sony ha logrado hacer comunidad y en su activismo diario identificó que los hombres trans no eran reconocidos incluso por otros activistas de la diversidad, eso le alarmó, pero también comprendió que era un área en donde podía incidir con su conocimiento y experiencia. Él dice que salir del centro del país también le permitió abrirse camino en otros entornos en los que es necesario picar piedra por la diversidad.
Para Sam la complejidad de lo no binario radica en el reconocimiento, no porque sea algo nuevo, sino porque se ha socializado en tiempos recientes y eso deja muchos huecos legales aún por reconocer. Por otro lado, su trabajo se ha enfocado en la promoción de espacios seguros que, en su opinión, tienen que estar en la calle para que las personas de a pie puedan acercarse, informarse e incluso cobijarse, en caso de ser necesario.
La desinformación genera miedo, rechazo e incluso violencia, comparte Sam en este diálogo que buscó dirigir a la comunidad para crear conciencia sobre lo importante que es romper con los mitos relacionados con la infancia; en primera instancia, piensa en las infancias trans pero también en las que se reconocen como no binarias y el derecho que tienen sobre su propia identidad.
Sam y Sony, son dos personas que se han dedicado a compartir sus experiencias desde la diversidad a través del mundo digital y real, su objetivo es socializar esos temas que generan incomodidad, miedo, vergüenza, segregación e incluso violencia. Sam trabaja desde el mundo virtual, porque desde ahí se refuerzan mitos y miedos que se trasladan al mundo físico. Por su parte Sony lo hace desde el activismo cuerpo a cuerpo, con su comunidad e incluso entablando diálogo con activistas de otras generaciones que necesitan actualizarse en algunos temas contemporáneos. Para este par de activistas hacer comunidad es básico, trabajar desde lo colectivo es la vía para concretar acciones que se transformen en cambios sociales, culturales, políticos para que se respete el derecho que tienen las personas sobre su propia identidad. Bisexuales, lesbianas, homosexuales, queers, asexuales, hombres o mujeres trans todos parten de una realidad innegable, son seres humanos que como tú y como yo que se viven desde la diversidad.
Consulta la presentación completa “Retos contemporáneos del movimiento LGBTIQ+ en México” organizada por el CIEG de la UNAM.