Profundizar en el cuidado de la salud mental para impulsar la cultura del buen trato, la cultura del buen vivir.
Desde Género y Desarrollo GENDES AC han implementado sesiones de atención para hombres de distintas edades que afrontan condiciones de vulnerabilidad emocional. Ya sea por algún conflicto depresivo, por vivir algún contexto de pérdida, por haber experimentado o ejercido episodios de violencia. Ellos señalan que, en un mundo tan cambiante como en el que vivimos, la salud mental debe de ser una prioridad, sobre todo, cuando el suicidio ha repuntado a consecuencia de la postpandemia. Ricardo Ayllón recuerda la experiencia reciente de un joven que estaba sumamente enojado con su padre, quien semanas antes se había suicidado; el motivo de su enojo radicaba en una sensación de abandono, miedo, coraje y falta de vías para canalizar sus emociones, todo vinculado a lo que llaman el código cultural de la masculinidad.
Trabajar las emociones como una herramienta para la vida dice Ricardo Ayllon quien sabe que el trabajo con los adultos es muy importante pero también sabe que pensar en los niños y en sus necesidades es fundamental cuando se habla y se trabaja por una cultura del buen trato.
Ricardo comparte que las experiencias han sido tan variadas que en la actualidad se han enfocado en trabajar sobre un proyecto que implica a los jóvenes que cursan secundaria, porque éste, es uno de los sectores en los que han identificado más crisis emocionales derivadas de la pérdida, las ausencias y los duelos.
Adentrarse en el mundo de las emociones es toda una travesía, explica Ricardo, porque estas experiencias se conectan directamente con nuestro cuerpo, es decir, ¿cómo impactan las emociones en él? ¿cómo acuerpamos lo que sentimos y no podemos nombrar?
Estamos en un momento en el que repensar las emociones es clave, ¿cómo impactan en nuestra vida? ¿cómo las acuerpamos? y ¿cómo las transformamos en experiencias que marcarán nuestras historias? Ricardo comparte que, como organización, desde GENDES han estado presentes en diferentes espacios en donde han podido constatar que debido a las pérdidas, el peso de las ausencias y la falta de recursos para procesar las emociones dolorosas, la comunidad está viviendo entre el miedo y el sufrimiento. Para Ricardo Ayllón procurar el cuidado de la salud mental y emocional debe de ser un área que quienes atienden temas de género necesitan priorizar en sus medios de atención porque nos hace falta llorar, nos hace falta nombrar eso que nos asfixia, que nos duele y que se ha transformado en un malestar permanente al que no debemos de acostumbrarnos; en pocas palabras, Ayllón habla de acuerpar las emociones cuando se piensa y se trabaja por una cultura del buen trato, por LA cultura del buen vivir.
**Consulta la presentación completa “La salud mental en los hombres” organizada por Dirección Institucional de Igualdad de Género de la BUAP y el Dr. Cirilo Rivera García.
