En el siglo XXI aún se cree que los hombres no sabemos cambiar pañales, ni bañar o alimentar a nuestros hijos. Son ideas que hemos internalizado mujeres y hombres y que limitan el ejercicio de la paternidad. Por eso es importante que “los varones se permitan vivir una experiencia paterna plena de cuidados y afectos.
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“El apego es una danza rítmica posible entre los hombres y sus hijos”.
Existen estereotipos sobre la paternidad y la maternidad relacionados con la reproducción biológica. Pero en el siglo XXI las ciencias replantean esas ideas que creíamos incuestionables. Los estudios del género de los hombres han hecho preguntas para comprender de manera más amplia las experiencias paternas de los varones. Una de ellas es ésta: ¿Un padre puede establecer un vínculo con el bebé, así como lo hace la madre? Ángeles Aparaín, doctora y psicoanalista en Función Didacta, no duda en responder:
“Tenemos que desfeminizar el lenguaje sobre la reproducción y el cuidado”. Patricia Piriz, Magister de Políticas Públicas de Igualdad, enfatiza en la necesidad de deconstruir el lenguaje que nombra a las madres como las únicas con un vínculo físico y psíquico con los hijos. Por su parte la doctora Aparaín dice que los hombres siempre están en la posibilidad de crear esos vínculos con los hijos recién nacidos.
En el siglo XXI aún se cree que los hombres no sabemos cambiar pañales, ni bañar o alimentar a nuestros hijos. Son ideas que hemos internalizado mujeres y hombres y que limitan el ejercicio de la paternidad. Por eso es importante que “los varones se permitan vivir una experiencia paterna plena de cuidados y afectos.
¡Sí! Los varones podemos crear vínculos con nuestros hijos, incluso con bebés que no procreamos, con la misma fuerza e importancia que lo hacen sus madres. Distintas disciplinas científicas han mostrado lo importante que es para los seres recién nacidos crear un vínculo de apego con otro ser, cualquiera que sea su sexo y género.
Los recién nacidos necesitan la figura materna y la figura paterna para un buen desarrollo. Esta creencia es vigente y está muy generalizada en la sociedad; sin embargo, hoy sabemos que lo realmente necesario en la primera etapa de la vida es el cuidado y la compañía, un vínculo de apego con otro u otros seres humanos. Por eso niños con padres o madres trans, lesbianas, gays, heteros etc., tendrán un desarrollo pleno siempre y cuando vivan en un contexto de cuidados y afectos. también sabemos que entre más cuidadores haya, existirán más beneficios para el desarrollo de un bebé, porque es posible mayor “alternancia” y atención para cubrir sus necesidades y para fomentar sus habilidades. Las doctoras Ángeles Aparín y Patricia Piriz invitan a los hombres a permitirse vivir plenamente su paternidad; y a las mujeres, a permitir que los hombres se involucran en todos los ámbitos de cuidado. En otras palabras, a deconstruir los roles de maternidad y paternidad, para permitirse bailar esa “danza rítmica” de apego, afecto y cuidado con su hijas e hijos.
Ve completo el conversatorio “El cuidado y el apego paterno-infantil”, organizado por MenEnage y Men Care Uruguay. Junio de 2022:
