“Si existe un privilegio es la vida, y es compartida”.
Nuestra existencia la compartimos todos los días con los árboles, con los animales, con las piedras y, por supuesto, con otras personas. Todo y todos somos parte de esta creación, por eso nadie es más importante que otros. Esto lo aprendió Iván Norato desde muy pequeño en su comunidad maya Quiché de Totonicapán en Guatemala. Él considera que las ideas sobre una masculinidad violenta y dominante no son acordes a las enseñanzas de unidad y complementariedad trasmitidas por sus ancestros.
Escucha el programa (duración 10 mins. 44 seg.):
Iván Norato ahora es “tata”, una figura equiparable a un sacerdote en su comunidad, y cuando les habla a los jóvenes los invita a reflexionar sobre ese modelo de masculinidad adoptado a partir de la invasión española.
La violencia separa a las personas. Por eso para Iván Norato es necesario tener presente el concepto de cuatriedad de la cosmogonía maya para generar masculinidades libres de violencias. La cuatriedad hace referencia a los cuatro elementos y energías que permiten y mantienen la vida de los seres vivos. El agua, el fuego, el viento y la tierra también sanan y regeneran el ser, acompañan el proceso para lograr relaciones alejadas de la violencia.
El hombre maya nació libre; sin embargo, durante su proceso de crecimiento va generando su masculinidad influenciado por lo que vive y observa, incluidos los mandatos de género asimilados de la cultura europea. Iván está seguro de que para dejar de ser violento se requiere liberarse de esos mandatos.
El tata Iván considera que el colonialismo es una enfermedad, porque cobró la vida de muchas personas de su comunidad y porque sus concepciones de la vida siguen dañando la convivencia en las comunidades originarias. Por eso es necesario recobrar la filosofía y los principios de los pueblos, esos que hablan de la paz, el equilibrio, la unidad y la complementariedad.
Patriarcado es un concepto que también utilizan comunidades indígenas del siglo XXI para hablar de la violencia basada en los mandatos de género. El tata maya Quiché, Iván Norato García, dice que para generar masculinidades pacíficas se debe “develar el patriarcado y las opresiones históricas”, darnos cuenta de nuestras violencias para transformarlas a través de las enseñanzas de la cosmogonía de los pueblos originarios. Como hombre quiché tiene la convicción de que “transformar la masculinidad es una responsabilidad conjunta, de comunidad, de hombres y mujeres; de niños, jóvenes, adultos y viejos”, es una visión que contrasta con quienes opinan que es una responsabilidad única de los hombres, pero se sustenta en la importancia que tienen para la cosmovisión maya la unión, la comunidad y la complementariedad. Todos somos parte de lo mismo. Por eso el tata Iván confía en que, si todos colaboran a “deconstruir las masculinidades violentas”, la comunidad se desarrollará mejor, porque liberarnos de las violencias permite “sentirnos, aproximarnos”.
Aquí puedes ver completa la presentación de Iván Norato García, dentro de las actividades del II Encuentro Mesoamericano de Masculinidades. Tejiendo masculinidades indígenas libres de violencia.
¿Tienes comentarios? Mándanos un mensaje de voz por WhatsApp: 55 12 33 29 15
También búscanos en Twitter como: @complicesdel21, y en Facebook y YouTube como cómplices del 21 / entrehombres1060.