Si de por sí es difícil hablar de sexualidad en México, ahora hay iniciativas en nuestro país que buscan generar regresiones significativas en estos temas porque “aparentemente” procuran el bienestar de los más jóvenes. Tal es el caso del PIN Parental, en el que prácticamente se prohíbe hablar con los más jóvenes de educación sexual para “no corromperlos”, como si eso evitara que con el paso del tiempo los “protegidos” no descubran por cuenta propia, y corriendo muchos riesgos, su sexualidad. Geru Aparicio Aviña, Psicóloga, Master en Victimología y Derechos Humanos, explica que la restricción y negación de la educación sexual es violencia cultural y estructural que aun se vive en México, en pleno 2020.
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La restricción de la educación sexual tiene consecuencias evidentes, que vulneran la seguridad de los niños y los expone a contextos de abuso sexual, que no saben identificar. Por otro lado, ya entrada la adolescencia, están expuestos a embarazos no deseados o a enfermedades de transmisión sexual, debido a la falta de información. Se despoja a la infancia de sus derechos más elementales ¿pero a qué se debe tanto prejuicio en torno a este tema?
La falta de educación sexual, también patologiza la diversidad sexual. Décadas atrás mujeres y hombres que manifestaban su preferencia sexual, fuera de la heterosexualidad, eran personas encerradas en manicomios, asumiendo que tenían un problema mental. Gerú explica que la diversidad sexual no es un problema mental, pero la discriminación y las violencias que sufren las personas de la comunidad lgbttiq+, si pueden provocar en ellas desequilibrios emocionales como la depresión o los intentos suicidas.
Geru Aparicio, ha trabajado el tema desde distintos ángulos, pero el de la violencia es uno de los que más le preocupan. Ella explica que las protestas contra leyes que hacen retroceder el trabajo en educación sexual, como el PIN parental, no solo defienden el ejercicio de una sexualidad plena, libre y responsable, también defienden la dignidad humana.
La educación sexual dignifica la existencia humana, resignifica la forma en la que nos relacionamos con el otro, la forma en la que entendemos el mundo. Distintas organizaciones se han pronunciado y manifestado en contra del PIN parental porque las consecuencias serían enormes y directas en contra del bienestar de la infancia en nuestro país; los abusos, las violencias, las desigualdades, las inequidades, los miedos a lo diferente, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos adolescentes se agudizarían aún más. La infancia en nuestro país necesita información, dice Geru Aparicio, información que salga desde las escuelas, los medios de comunicación, las familias, información bien documentada y sustentada; la educación sexual, dice esta investigadora, sí es hablar de métodos anticonceptivos, es bienestar físico, emocional, mental y social.
Escucha la conferencia “Derechos sexuales y derechos reproductivos” en voz de Geru Aparicio Aviña, Psicóloga, Master en Victimología y Derechos Humanos. Ella participó en el Simposio Global MenEngage Ubuntu 2020. visita el Facebook de MenEngage América Latina: @MenEngageLAC