Christian Luna Alfaro realiza investigación sobre el consumo sexual masculino para comprender las causas de ese consumo, para recuperar datos que aporten “información que evite la violencia estructural que sufren las personas dedicadas a la prostitución” y “reconfigurar nuestra posición como hombres ante el consumo de servicios sexuales”. Los del XXI compartimos esta experiencia para propagar información que abone a la construcción de una sociedad más igualitaria, menos injusta, ¡más pareja!
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¿Te identificas con esta afirmación?
“Los varones consumen servicios sexuales para sentirse más hombres”.
Una pareja sentada en una mesa toma un café. Él le pide algo, ella se muestra reticente; él insiste, ella finalmente acepta. Se levantan y caminan por la calle, buscan, ven a dos chicas con insistencia; avanzan y más adelante platican con un hombre, se ponen de acuerdo con él y regresan con las chicas, sólo una se va con ellos.
¿Qué apreciaron en esta actuación?
La pregunta es de Christian Luna Alfaro, facilitador del taller “Identificando al prostituyente que vive en mi”. Los actores son asistentes que no hablan, se expresan con el cuerpo.
Christian observa a todos los del taller con curiosidad y lanza una afirmación. “La propuesta la hizo el hombre. Esto nos lleva a pensar en los mitos de la sexualidad masculina”. Él camina frente a los talleristas y da paso a otra escena:
Cuatro chicas están en hilera, platican entre sí. De repente un hombre pasa frente a ellas y una por una se tiran al suelo. Lo siguen gateando hasta que él se para, en ese momento ellas se dan vuelta y mueven el trasero graciosamente. Mientras sonríe, Christian pregunta ¿cuál es el mito aquí?
Dejamos las actuaciones de la cafetería ficticia y pasamos a la cafetería real de la Escuela Superior de Actopan. Christian habla entre sorbos de café: “La experiencia tiene como objetivo reconfigurar nuestra posición ante el consumo sexual”, entender la diferencia entre prostituta y sexo servidora.
Christian Luna habló con hombres de diferentes edades para hacerles estas preguntas sobre el consumo regular de servicios sexuales: ¿Lo hacen únicamente por satisfacción? ¿Lo hacen para responder a mandatos sobre masculinidad y potencia sexual?
Son las 11 de la noche y después de un día largo de trabajo, conduciendo un taxi, es hora del ritual de cada fin de semana. La esposa e hijos de Jorge saben que los viernes él trabaja hasta la madrugada. En realidad Jorge trabajará hasta las 11 o 12 de la noche y no buscará más clientes. Él se convertirá en el cliente. Conducirá buscando mujeres que le den placer y lo hagan sentir potente, “todo un hombre”.
Este relato está basado en uno de los testimonios registrados por el doctor Luna. La investigación que hace es para estudiar y comprender las causas del consumo sexual, datos que aporten “información que evite la violencia estructural que sufren las personas dedicadas a la prostitución”. Una vez que terminamos de beber café nos mira alternativamente y sabe que todos los que acudimos a su taller tenemos en la mirada un reflejo de lo que ha causado en nuestro pensamiento y emociones: “reconfigurar nuestra posición como hombres ante el consumo de servicios sexuales”. Los del XXI compartimos esta experiencia para propagar información que abone a la construcción de una sociedad más igualitaria, menos injusta, ¡más pareja!
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