¿Deprimido yo? Noo, es solo un bajón, estoy cansado, ya pasará.
Jairo Medina Mendoza es maestro en la universidad de Colima y un día, mientras tomaba un café con uno de sus colegas, surgió una duda que no pudieron responder ¿los profesores gozan de salud emocional? Él ya tenía registro de algunos maestros con intentos suicidas, depresión y crisis nerviosas, pero no se ahondaba en el tema o incluso se veía como un evento fortuito. Sin respuestas concretas por parte de la institución Jairo inició su investigación, todo un reto, dice este psicólogo porque aparte de ser un tema del que casi no se habla, mucho menos se piensa en los docentes como un grupo vulnerable.
Escucha el programa completo:
La estructura de la investigación tuvo como base una serie de entrevistas a los profesores que imparten clases en la Universidad de Colima, esto como parte de un primer acercamiento para entender cómo se sienten, si reconocen alguna señal de depresión, estrés o crisis nerviosa. La sorpresa para Jairo fue que muchos no contestaban de acuerdo a lo que en realidad sentían o vivían, al contrario, sus respuestas estaban estructuradas al deseo social, a lo que otros esperan escuchar, distorsionan su respuesta de tal forma que ellos no aceptan su condición de vulnerabilidad para no perder su “estatus” de hombre “respetable”.
Jairo reconoce dos escenas de un mismo problema, por un lado, la comunidad se maneja de tal forma que pareciera que todo está bien, los primeros resultados arrojan ciertos problemas, pero nada grave (en teoría), sin embargo la realidad muestra otros resultados relacionados con la desesperanza y los pensamientos suicidas, en esta primer etapa, dice el investigador, es evidente que la salud emocional no es tema en la agenda pública.
Su quehacer como psicólogo lo ha llevado a pensar también en la comunidad estudiantil y sea cual sea el grupo de estudio y atención Jairo ha encontrado trabas para que no se hable del tema abiertamente. La salud mental tiene muchos obstáculos por superar para que se hable de ella. Las instituciones educativas son los lugares idóneos para iniciar esta cultura del autocuidado. Él insiste en hablar del tema, sabe que no será fácil, pero al menos en su universidad ya ha hecho ruido para que la salud mental deje de verse con prejuicios. Mientras cuenta esto una ligera sonrisa aparece en su rostro, recuerda aquella vez que propuso hablar sobre el día mundial de la prevención del suicidio a los estudiantes.
Que la comunidad estudiantil sea responsable de su salud mental es un trabajo pendiente por hacer, porque en este caso, después de la investigación que realizó Jairo, fue evidente que ni los docentes saben qué hacer, cómo nombrar e identificar los problemas de salud mental a los que están expuestos. No hay sensibilidad sobre el tema y las instituciones se resisten a nombrar estos problemas de salud mental por prejuicios y por imagen. Jairo reconoce que esta fue una primera etapa, ahora lo que sigue es hacer un trabajo más profundo para que aprendan a nombrar sus males aquellos que no saben identificar el estrés, las crisis nerviosas, y la depresión; que aprendan a nombrarlos a través del diálogo y la escucha. Si los docentes aprenden a cuidar de su salud mental pueden ayudar a sus alumnos a identificar estos malestares e incluso a canalizarlos para que sean atendidos de la manera correcta.
Escucha la participación completa de Jairo Medina Mendoza, maestro en psicología clínica por la Universidad de Colima, durante el décimo congreso de la AMEGH, realizado en la Escuela Superior de Actopan, Hidalgo.
