[contact-form-7 404 "No encontrado"]

76. Orfandad paterna: de la mitología griega a la paternidad contemporánea

76. Orfandad paterna: de la mitología griega a la paternidad contemporánea
noviembre 25, 2019 Elizabeth Cárdenas

De la antigua Grecia al siglo XXI hay sentimientos que no han cambiado en la paternidad y la pérdida de EL hijo: el dolor, la desesperación, la represión propia y de la comunidad para que los hombres NO sientan… aguántese como los machos se dice en la jerga popular. Al menos eso fue lo que escucharon varios de los padres entrevistados por Angélica Lorena García Rivera, maestra en psicoterapia Gestalt, que reconoce hay una deuda con los hombres respecto al estudio de sus emociones; mientras jóvenes e investigadores interesados en el tema, escuchan con especial atención, ella retoma la historia sobre Teseo y el minotauro.

Escucha el programa completo:

Uno de los padres le dice a Angélica: “Cuando mi esposa me vio llorar me dijo no actúes como víctima”. Él se enteraba en ese momento se sobre la muerte de su hijo: le faltaba el aire, sentía miedo e impotencia, era algo que nunca antes había sentido. Al escuchar este testimonio, Angélica piensa en las consecuencias que trae consigo la represión emocional.

Angélica nos cuenta que no fue fácil conseguir los testimonios de los padres; primero hicieron una convocatoria abierta, después pensaron en conocidos, amigos y familiares. Finalmente, en hombres que se encontraban en terapia. En ese momento recuerda a uno de los padres que después de recibir el diagnóstico médico sobre la salud de su hijo buscó apoyo en uno de sus amigos, quien le dijo: “los hombres no lloran, aguántese”. Ante esa experiencia de vida Angélica cuestiona la inexistencia de una palabra o un término para nombrar a los padres que han perdido UN HIJO.

Otra de las historias que Angélica documentó fue la de un hombre que bloqueó emocionalmente la pérdida de su hijo recién nacido. La vida de madre e hijo estaba en peligro y después de la pérdida se enfocó en el cuidado de su esposa, -había cosas más importantes por atender que mis emociones- le dice, mientras en su ojos se puede mirar que ha sido una de las experiencias más duras de su vida. Esta evasión emocional genera malestares físicos que comúnmente no son documentados, ni vinculados a la orfandad paterna.

El dolor por la pérdida de un hijo trae consigo el miedo y la desesperanza, incluso, en algunos casos los hombres pierden la voluntad de vivir. Como ocurrió con Egeo cuando dio por muerto a Teseo. Quienes asistimos a la exposición de Angélica enmudecimos. (generar silencio) TODA la sala está en silencio, porque estas historias de vida-muerte son más comunes de lo que parece. (breve silencio Eli) Angélica rompe el silencio (con voz de Angélica) “la orfandad paterna es real, y los malestares que provocan trascienden lo físico, reflejan las imposiciones que sufren los hombres para que evadan sus sentimientos. Estas imposiciones pueden venir de todas las personas: familia, amigos, pareja (silecio)… -¡Qué interesante!- responde uno de los asistentes y rompe con la solemnidad del público, -yo quiero que me comparta su investigación- Angélica asiente y le recuerda lo siguiente a jóvenes e investigadores: la muerte afecta a todos los seres humanos, genera crisis; por eso el duelo es necesario, para evitar que la impotencia se exprese con violencia a causa de la represión emocional. La emoción de perder a un hijo sí tiene un nombre: dolor.

Escucha la participación completa de Angélica Lorena García Rivera, maestra en psicoterapia Gestalt durante el décimo congreso de la AMEGH, realizado en la Escuela Superior de Actopan, Hidalgo.

Agradecemos a la Asociación Mexicana de Estudios de Género de los Hombres las facilidades otorgadas para la realización de este programa.