-Si me quedo sin trabajo…sería incapaz de mirar a mi familia a la cara-
Todas las mañanas vemos a miles de personas que se movilizan para llegar a sus destinos de trabajo. Con mochila al hombro, cargan su almuerzo, con caras cansadas, sueño, fatigados, apretujados en el transporte público que no se da abasto para llevar a tantas personas. Cada mañana se repite la escena en el todo el país, las personas salen de sus hogares para conseguir el necesario ingreso que les permitirá solventar los gastos de la vida diaria, si no lo logran, afirma Juan Carlos Ramírez, el desempleo dañará la salud emocional de hombres mexicanos entre los 21 y 46 años.
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El trabajo se ha convertido en un símbolo de estatus para la comunidad. Si tienes trabajo perteneces a un grupo “responsable”, si no lo tienes no cumples con los requerimientos para ser “hombre de bien”. En 2019 los índices de desocupación aumentaron en México y ante esto Juan Carlos Ramírez, Doctor en Ciencias Sociales, se propuso investigar sobre las consecuencias emocionales a las que se enfrentan los hombres desempleados en nuestro país, con y sin familia.
Juan Carlos reconoce que hablar sobre el significado del trabajo es muy difícil para algunos hombres, sobretodo cuando se encuentran en situación de desempleo. Él procura abrir el diálogo, sabe que es necesario ser cauteloso porque hay preguntas que detonan en el colaborador la negación a seguir participando en la investigación. Durante las sesiones Juan Carlos identifica varias metáforas cuando los participantes nombran su sentir respecto a la transición de ser empleado a desempleado.
Si tengo trabajo, no tengo nada de qué avergonzarme, puedo levantar la cabeza donde quiera. Por otro lado, los síntomas que presentan hombres desempleados son depresión, miedo, angustia, insatisfacción y baja autoestima. A Juan Carlos Ramírez le resultan inquietantes las consecuencias del desempleo porque la mayoría de los hombres sienten que pierden honorabilidad si no tienen un ingreso económico.
Las emociones son determinantes cuando se habla de proveeduría, el Doctor Juan Carlos se encontró con varias historias de hombres desempleados y los efectos que esta condición tiene en su vida cotidiana. Ser hombre de “bien” significa tener trabajo, ganar dinero y si es necesario no descansar con tal de cumplir con los requerimientos que implica ser “jefe de familia”. -Si me quedo sin trabajo sería incapaz de mirar a mi familia a la cara-, le dice uno de los entrevistados a Juan Carlos, él se preocupa y por eso investiga, porque sabe que estos hombres están dispuestos a dejar la vida con tal de ser considerados “hombres”, “hombres honorables” por su capacidad de proveer ante cualquier circunstancia.
Escucha la participación completa de Juan Carlos Ramírez, Doctor en ciencias sociales con especialidad en antropología social, durante el décimo congreso de la AMEGH, realizado en la Escuela Superior de Actopan, Hidalgo.